En una operación nocturna, las fuerzas ucranianas atacaron un depósito de petróleo en la ciudad rusa de Engels, utilizado para abastecer al aeródromo militar “Engels-2”, base de la flota de bombarderos estratégicos de Rusia. El Ejército ucraniano informó de múltiples explosiones y un incendio de gran magnitud en el depósito “Kristal”.
Según el comunicado ucraniano, este ataque genera “graves problemas logísticos para la aviación estratégica de los ocupantes rusos” y disminuye significativamente su capacidad para lanzar ataques contra ciudades y objetivos civiles en Ucrania.
Este incidente se produce en medio de una serie de enfrentamientos en la región occidental rusa de Kursk, donde el Ministerio de Defensa de Rusia afirmó haber infligido fuertes ataques a unidades ucranianas. El Estado Mayor de Ucrania reportó un aumento en los combates en Kursk, con 94 enfrentamientos en las últimas 24 horas, en comparación con los 47 del día anterior.
La escalada de ataques en territorio ruso por parte de Ucrania refleja una intensificación en las tácticas militares ucranianas, dirigidas a interrumpir las líneas de suministro y la infraestructura crítica que sostiene las operaciones militares rusas.
Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, instó a Ucrania a adoptar una postura “realista” en cuestiones territoriales, sugiriendo que las negociaciones futuras podrían requerir concesiones por parte de Kiev. Estas declaraciones subrayan la complejidad diplomática en la búsqueda de una resolución al conflicto.
La comunidad internacional sigue de cerca estos acontecimientos, preocupada por la posibilidad de una escalada mayor en el conflicto y sus implicaciones para la estabilidad regional y global.