El presidente Donald Trump ordenó reforzar las operaciones de control migratorio en las principales ciudades santuario de Estados Unidos, con el objetivo de incrementar las detenciones y deportaciones de personas en situación migratoria irregular.
La directiva contempla una estrategia más agresiva en urbes como Nueva York, Los Ángeles y Chicago, donde residen millones de migrantes. En un mensaje difundido a través de su red social Truth Social, Trump dejó en claro que estas acciones no solo responden a razones de seguridad, sino también a motivaciones políticas.
“Quieren fronteras abiertas, igualdad de oportunidades para todos y permiten que hombres compitan en deportes femeninos”, criticó Trump al referirse al ala demócrata, a la que responsabilizó de fomentar políticas migratorias que, según él, debilitan a Estados Unidos.
El exmandatario pidió a ICE, la Patrulla Fronteriza y demás agencias de seguridad enfocarse especialmente en barrios considerados de alta criminalidad y en ciudades donde las autoridades locales protegen a los migrantes sin documentos. “Ahí es donde las ciudades santuario tienen mayor influencia”, afirmó.
La orden de intensificar las redadas se emitió poco después de que miles de personas salieran a protestar en distintas partes del país contra sus políticas antimigrantes, coincidiendo con el día de su cumpleaños 79 y las celebraciones del Día del Ejército, que Trump utilizó para encabezar un desfile en Washington D.C.
Además de ampliar la presencia de agentes en zonas urbanas, el exmandatario dio luz verde para que el personal de ICE actúe con mayor libertad operativa en lo que busca convertir en el programa de deportación más amplio en la historia de Estados Unidos.