Donald Trump juró este 20 de enero como el 47º presidente de los Estados Unidos, marcando su regreso al poder tras haber ocupado el cargo entre 2017 y 2021. La ceremonia de investidura tuvo lugar en la Rotonda del Capitolio, un cambio histórico motivado por el mal clima, que no ocurría desde hace más de 40 años.
Acompañado por el vicepresidente JD Vance, Trump prestó juramento ante el presidente del Tribunal Supremo, en un acto solemne que reunió a líderes políticos, incluido el exmandatario Joe Biden, quien entregó la presidencia en un gesto de transición pacífica. Además, el evento estuvo resguardado por un operativo de seguridad reforzado, en respuesta a amenazas y ataques recientes que habían generado preocupación en el país.
El discurso inaugural del nuevo presidente destacó por su tono combativo, prometiendo “recuperar la grandeza” de Estados Unidos. Trump reiteró su compromiso con políticas nacionalistas y enfatizó su intención de tomar decisiones “fuertes y rápidas” en materia de economía y seguridad nacional.
“Hoy empieza una nueva era para nuestra nación, una en la que priorizaremos los intereses del pueblo estadounidense por encima de todo”, señaló.
La ceremonia no estuvo exenta de simbolismo, ya que Trump se convirtió en el primer presidente en más de un siglo en asumir dos mandatos no consecutivos, un hecho que resalta la polarización y complejidad del panorama político actual.
Este regreso al poder plantea interrogantes sobre cómo la administración de Trump enfrentará los desafíos internos y externos. Aunque sus bases celebran este momento como una victoria, el reto será unificar un país profundamente dividido.
