Un potente terremoto de magnitud 6,8 golpeó este martes la región autónoma del Tíbet, en el oeste de China, dejando al menos 126 muertos y 188 heridos, según los datos oficiales proporcionados por los medios estatales chinos. La cifra de víctimas continúa aumentando a medida que los equipos de rescate siguen trabajando en las difíciles condiciones de frío extremo.
Los rescatistas, utilizando palas y sus propias manos, excavaron entre los escombros en busca de sobrevivientes, después de que el terremoto sacudiera una remota área cerca de las estribaciones septentrionales del monte Everest.
Este sismo se ha convertido en el más mortífero en China desde el ocurrido en diciembre de 2023 en las provincias de Gansu y Qinghai, que dejó 151 muertos.
El Tíbet es una de las regiones más inaccesibles y menos desarrolladas de China. Además, las tensiones políticas y las restricciones a los periodistas extranjeros en la región complican las labores de información. Las autoridades locales continúan el proceso de rescate, mientras el número de fallecidos sigue aumentando.