- Rusia e Irán han fortalecido su relación con la firma de un tratado estratégico de 20 años entre el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, y el líder ruso, Vladimir Putin. Este acuerdo busca intensificar la cooperación en defensa, tecnología y economía, un movimiento que ha despertado inquietud en Occidente debido a las implicaciones geopolíticas de esta alianza.
Durante la guerra en Ucrania, Rusia ha utilizado extensivamente aviones no tripulados de fabricación iraní, según informes internacionales. Además, Estados Unidos acusó a Teherán en septiembre de suministrar misiles balísticos de corto alcance a Rusia para ser utilizados en el conflicto contra Ucrania, una afirmación que el gobierno iraní niega categóricamente.
Aunque el Kremlin no ha confirmado la recepción de misiles iraníes, sí ha admitido que su cooperación con Teherán abarca “las áreas más sensibles”. Este vínculo refuerza la percepción de una alianza estratégica entre ambas naciones, que buscan contrarrestar la influencia de Estados Unidos y sus aliados en la política global.
El tratado, que no incluye una cláusula de defensa mutua como los pactos de Rusia con Bielorrusia y Corea del Norte, fomenta el intercambio de tecnología militar y la expansión de proyectos económicos conjuntos. Moscú también ha señalado que su relación con Irán se ha convertido en un eje clave de su estrategia diplomática, particularmente tras el inicio de la guerra en Ucrania.
Expertos advierten que esta asociación, sumada a los acuerdos estratégicos de Rusia con China y otros países adversarios de Estados Unidos, podría aumentar las tensiones internacionales y alterar los equilibrios geopolíticos en el futuro cercano.
