El cardenal Robert Prevost fue elegido este jueves 8 de mayo como el nuevo líder de la Iglesia católica, convirtiéndose en el primer pontífice originario de Estados Unidos. El anuncio oficial se dio desde el balcón de la Basílica de San Pedro con la tradicional frase en latín “Annuntio vobis gaudium magnum: Habemus Papam” («Les anuncio una gran alegría: ¡Tenemos papa!»), pronunciada por el cardenal protodiácono Dominique Mamberti.
Prevost, de 69 años, adoptó el nombre de León XIV y se convierte así en el Papa número 267 de la historia de la Iglesia. Su elección fue confirmada tras recibir dos tercios de los votos del Colegio Cardenalicio —89 en total— durante la cuarta ronda de votaciones, celebrada en el segundo día de cónclave. La fumata blanca que salió a las 18:07 horas desde la Capilla Sixtina fue la señal para miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro.
Tras aceptar su elección, el nuevo pontífice pasó a la llamada “Sala de las Lágrimas”, donde se revistió con los ornamentos papales antes de su primera aparición pública.
Nacido en Chicago, Prevost también posee nacionalidad peruana, la cual obtuvo en 2015 tras más de una década de labor pastoral en Perú. Llegó al país andino en 1985 como parte de una misión agustiniana, y en 1988 asumió la dirección del seminario agustiniano en Trujillo, donde permaneció por diez años.
En el Vaticano, ha desempeñado cargos relevantes, como presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y, desde 2023, prefecto del Dicasterio para los Obispos, puesto al que fue llamado directamente por el papa Francisco, con quien mantenía una estrecha relación.
La elección de León XIV marca el inicio de una nueva etapa para la Iglesia católica, ahora bajo el liderazgo de un pontífice con raíces estadounidenses y una fuerte conexión con América Latina.
