La policía de Corea del Sur confirmó este miércoles que está rastreando la ubicación del presidente Yoon Suk-yeol, destituido por el Parlamento el pasado 14 de diciembre, en medio de rumores sobre una posible fuga tras enfrentar acusaciones de rebelión.
Según fuentes oficiales, Yoon habría permanecido en su residencia en Seúl hasta principios de esta semana, pero las autoridades no han podido verificar su paradero desde entonces. El presidente enfrenta una orden de arresto por su proclamación del estado de excepción el 3 de diciembre, acción que desató una crisis institucional en el país.
El Partido Democrático (PD), principal formación opositora, señaló la posibilidad de que Yoon haya huido, mientras que sus abogados lo desmienten. Aseguran que hablaron con él recientemente y que está dispuesto a enfrentar la justicia siempre que se respeten los cauces legales adecuados.
Las tensiones aumentaron después de que un operativo para arrestar a Yoon fracasara el pasado viernes debido al bloqueo del Servicio de Seguridad Presidencial (PSS). Ahora, las autoridades preparan un segundo intento, respaldado por una prórroga para ejecutar la orden de detención emitida por una corte de Seúl.
El presidente destituido es investigado por un supuesto delito de rebelión; delito que podría castigarse con cadena perpetua o la pena de muerte, aunque esta última no se aplica en Corea del Sur desde hace casi cuatro décadas. Yoon está acusado de haber usado la ley marcial como un mecanismo para concentrar el poder, lo que llevó a su destitución parlamentaria.
El Tribunal Constitucional debe decidir antes de junio si Yoon será cesado de manera definitiva o restituido en su cargo. Mientras tanto, las especulaciones sobre su paradero y las acusaciones cruzadas entre el gobierno y la oposición mantienen a Corea del Sur en incertidumbre política.
