La noche en el estadio Jalisco fue una montaña rusa de emociones, errores garrafales, goles de gran manufactura y un cierre de infarto. Atlas y Cruz Azul empataron 3-3 en un duelo que, más allá del resultado, se recordará por la forma en que ambos equipos dejaron escapar la victoria a su manera. El Atlas “cruzazuleó” y La Máquina empató “a lo Atlas”.
Un triplete que merecía la victoria. Dos errores que la arruinaron. Ángel Sepúlveda vivió una noche brillante con Cruz Azul, pero el arquero colombiano Kevin Mier cometió dos fallas infantiles que terminaron costándole a La Máquina un triunfo que parecía en la bolsa. El empate ante Atlas en el estadio Jalisco dejó una mezcla de emociones: goles, polémica, errores y drama hasta el final.
Cruz Azul parecía hundido, pero la reacción llegó tras el descanso. Al 53’, una mano dentro del área de Gaddi Aguirre, detectada vía VAR, provocó un penal bien ejecutado por Ángel Sepúlveda al minuto 54. Y en una ráfaga de apenas tres minutos, el mismo Sepúlveda firmó el 2-2 al 57’, aprovechando la desorganización defensiva de Atlas.
Pero si alguien no tuvo su noche fue Mier. Al 60’, un disparo sin peligro de Matheus Doria fue mal manejado por el arquero colombiano, quien se metió el balón prácticamente solo, desatando la incredulidad en el banquillo celeste.
Sepúlveda, el héroe de la noche para Cruz Azul, apareció de nuevo al 88’ con un cabezazo letal para completar su triplete y rescatar un puntopara los capitalinos. Fue su noche consagratoria, a pesar del lastre que significaron los errores de su compañero en el arco.
Atlas, que debutaba en casa tras vencer al Puebla, llegó a cuatro puntos, pero dejó ir el triunfo en los minutos finales. Para colmo, su técnico Gonzalo Pineda fue expulsado por reclamar airadamente al árbitro Luis Enrique Santander, cerrando así una noche de locura.
El próximo compromiso de los Zorros será frente a Monterrey en el estadio BBVA antes del parón por la Leagues Cup. Mientras tanto, Cruz Azul sigue buscando solidez defensiva, sobre todo bajo los tres palos, donde Kevin Mier tendrá mucho que reflexionar tras una noche para el olvido.
