En el marco del Día Internacional de las Personas Refugiadas, migrantes y organizaciones civiles realizaron una manifestación en el Faro de Playas de Tijuana para exigir a los gobiernos de México y Estados Unidos el respeto a los derechos humanos de quienes se encuentran en tránsito, han sido deportados o buscan refugio.
Durante la protesta, los participantes colocaron cartulinas en el muro fronterizo con mensajes como “Las redadas son terror de Estado”, “El sueño americano es una pesadilla sin papeles” y “Detención migrante es tortura”, como forma de denuncia frente a las políticas migratorias actuales.
Carlos, un migrante que abandonó su país por motivos de seguridad, explicó que la movilización busca visibilizar las condiciones que enfrentan miles de personas en situación migratoria. Entre las principales demandas se encuentran la creación de albergues dignos, acceso a servicios médicos, psicológicos y económicos, así como la implementación de programas de empleo, educación y capacitación para prevenir el abandono y la vinculación con redes delictivas.
Aunque mencionó que su experiencia con el Instituto Nacional de Migración en Tijuana ha sido positiva, denunció abusos por parte de autoridades en otras entidades como Chiapas. “Allá son más agresivos, he sabido de casos donde les piden dinero para dejarlos pasar y aun así los detienen en el siguiente retén”, señaló.
Carlos y su familia llevan dos años viviendo en México, actualmente cuentan con residencia legal y esperan poder aplicar a la ciudadanía próximamente.
Por su parte, Javier Salazar, quien se identifica como “Deported Artist”, expresó su preocupación por el temor que vive la comunidad migrante en Estados Unidos ante las recientes redadas. Afirmó que muchas personas tienen miedo de salir a trabajar, pero se apoyan entre ellas para sobrellevar la situación.
También criticó la falta de programas de reintegración para deportados en Tijuana y compartió el impacto emocional que la situación genera en familias: “Mi esposa es maestra en Estados Unidos y me cuenta que los niños llegan con miedo, sin saber si sus padres estarán en casa al salir de la escuela”.
Durante el evento, varios migrantes tomaron el micrófono para compartir sus historias y expresar su preocupación por las medidas migratorias implementadas tanto en México como en Estados Unidos.
