El presidente de Francia, Emmanuel Macron, restó importancia a un gesto captado por las cámaras durante su llegada a Vietnam este fin de semana, donde aparentemente recibió un manotazo en el rostro por parte de su esposa, Brigitte Macron. El momento, grabado justo antes de que descendieran del avión, generó revuelo en medios franceses y en redes sociales.
La escena, difundida ampliamente, muestra a Macron siendo tocado en el rostro por unos brazos con mangas rojas —vestimenta que coincidía con la de su esposa—, provocando que el mandatario retrocediera brevemente. Enseguida, al notar la presencia de cámaras, sonrió y saludó.
Ante la polémica, Macron explicó que el gesto fue parte de una interacción lúdica con su esposa. “Estábamos discutiendo, más bien bromeando”, declaró ante medios, y criticó la reacción en redes: “Se está convirtiendo en una especie de catástrofe geopolítica”.
La oficina presidencial también minimizó lo ocurrido, asegurando que se trató de un “momento de complicidad” antes de iniciar la agenda oficial en el sudeste asiático, y lamentó que este tipo de imágenes sirvan como “material para teorías de conspiración”.
El episodio coincidió con otras recientes controversias digitales en las que, según el presidente, videos fuera de contexto han sido usados para difundir desinformación, como supuestos encuentros tensos con otros mandatarios o acusaciones infundadas sobre consumo de drogas.
Brigitte y Emmanuel Macron están casados desde 2007. Su relación, ampliamente conocida en Francia, inició cuando él era estudiante y ella profesora en la misma escuela secundaria, en el norte del país.
