Luis Miguel reafirmó su legado como ícono de la música latina al conquistar a 130 mil fanáticos con dos inolvidables presentaciones con boletos agotados en el Estadio GNP de la Ciudad de México. Este fin de semana, el recinto se convirtió en un deslumbrante escenario donde el cantante transformó las noches en una experiencia única, llevando al máximo las capacidades tecnológicas y emocionales del lugar.
Con pantallas de más de seis metros de altura y una acústica impecable, el intérprete del “Sol de México” logró que su presencia se sintiera hasta en la última fila, envolviendo al público en un espectáculo visual de flores, constelaciones y paisajes que realzaron cada interpretación. La conexión fue palpable: las voces de miles de seguidores se unieron a las suyas en un coro monumental que marcó momentos como «La Incondicional» y «No me puedes dejar así».
Uno de los puntos más vibrantes de la noche ocurrió cuando Luis Miguel atrapó un dron para dirigirse directamente a sus seguidores, desatando una ovación que resonó en todo el recinto. La energía alcanzó su clímax con un cierre explosivo al ritmo de clásicos como “Ahora te puedes marchar” y “Cuando calienta el sol”, iluminados por un despliegue de luces estroboscópicas.
Este doble éxito en la capital mexicana subraya la trascendencia de su gira, que culminará el próximo 17 de diciembre en Buenos Aires, Argentina. Luis Miguel no solo revivió la nostalgia, sino que reafirmó su estatus como uno de los artistas más emblemáticos de la música en español.