El destino de los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán se encuentra dividido entre Estados Unidos y México. En territorio estadounidense, Joaquín y Ovidio Guzmán López enfrentarán una audiencia decisiva el 7 de enero en un tribunal de Chicago, donde deberán optar por declararse culpables o continuar con sus procesos legales de manera individual.
Mientras tanto, en México, sus hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar están inmersos en un violento conflicto por el control del Cártel de Sinaloa. Desde septiembre, una guerra interna los enfrenta con el grupo liderado por Ismael «El Mayo» Zambada, dejando al menos 635 muertos en Sinaloa, según datos oficiales.
Este enfrentamiento, marcado por acusaciones de traición y tensiones diplomáticas, estalló el 9 de septiembre, y el gobernador del estado de Sinaloa, Rubén Rocha, ha rechazado cualquier vínculo con el crimen organizado ante las críticas por la crisis de seguridad.
Ovidio Guzmán, capturado en enero de 2023 tras un operativo del gobierno mexicano y extraditado en septiembre, enfrenta cargos por narcotráfico, lavado de dinero y posesión ilegal de armas en la Corte del Distrito Norte de Illinois.
La audiencia en Chicago podría revelar la estrategia judicial de Joaquín y Ovidio Guzmán para intentar reducir las consecuencias legales en Estados Unidos.
Por otro lado, «El Mayo» Zambada sigue su proceso judicial en la Corte del Distrito Este de Nueva York, el mismo tribunal que condenó a cadena perpetua a Joaquín Guzmán Loera en 2019. La próxima audiencia de Zambada está programada para el 15 de enero.
