Un juez en Bolivia ordenó la aprehensión del expresidente Evo Morales tras su ausencia por segunda vez en una audiencia clave relacionada con un pedido de prisión preventiva por un caso de trata de menor que habría ocurrido durante su mandato. La Fiscalía también emitió una orden de captura contra Idelsa Pozo Saavedra, madre de la presunta víctima, por el mismo delito.
El proceso judicial se remonta a octubre de 2024, cuando Morales fue citado a declarar, pero no acudió. En diciembre del mismo año, fue acusado formalmente por trata de personas agravada y se giró una orden de captura junto con una alerta migratoria para impedir su salida del país.
El exmandatario ha calificado las acusaciones como una «guerra sucia» orquestada para impedir su participación en las elecciones presidenciales de 2025. Morales no asistió a la audiencia cautelar programada para el 14 de enero, alegando problemas de salud y su avanzada edad, según su defensa. El juez reprogramó la diligencia para el 17 de enero y le otorgó un plazo de 48 horas para justificar su ausencia.
El juez Nelson Alberto Rocabado, a cargo del caso, citó a Morales en el marco de una investigación por presunta trata de personas con agravante. Sin embargo, ni el expresidente ni la madre de la joven involucrada se presentaron a la audiencia, según informó la fiscal Sandra Gutiérrez.
Con su inasistencia a la nueva audiencia, Morales fue declarado en rebeldía, lo que permite a la Justicia emitir una nueva orden de captura, así como proceder con la anotación preventiva de sus bienes, detalló la fiscal. El caso sigue generando controversia en el país, mientras crece la atención sobre las implicaciones políticas y legales para el expresidente.
