Este miércoles, el Starship, el cohete más grande y poderoso del mundo, experimentó un «desmontaje rápido e inesperado» durante su prueba de vuelo tras despegar de la base de Boca Chica, en el sur de Texas. SpaceX, la empresa de Elon Musk, confirmó el incidente a través de sus redes sociales y anunció que se llevará a cabo un análisis exhaustivo de los datos recolectados para identificar la causa del fallo.
A pesar del contratiempo, la compañía subrayó que estas pruebas son esenciales para el avance del proyecto. «Con pruebas como esta, el éxito radica en lo que aprendemos», destacó SpaceX en un comunicado publicado en X. Elon Musk también compartió un video del evento en el que se observa el cohete desintegrándose en el cielo, acompañado del mensaje: «¡El éxito es incierto, pero el entretenimiento está garantizado!».
El cohete despegó a las 16:37 hora local (22:37 GMT) impulsado por el Super Heavy, tras varios retrasos por condiciones climáticas adversas. En esta prueba, SpaceX buscaba evaluar mejoras en la nave, realizar el primer despliegue de carga útil con los satélites Starlink y ejecutar experimentos relacionados con la reutilización de naves.
Aunque la primera etapa del cohete logró salir de la atmósfera inferior y regresar de manera controlada a la base en Texas, el incidente interrumpió la misión antes de completar sus objetivos principales. SpaceX aseguró que continuará avanzando en el desarrollo del Starship para futuras pruebas.
