La administración del presidente Donald Trump revocó este jueves la autorización de la Universidad de Harvard para inscribir a nuevos estudiantes internacionales, medida que podría afectar también a quienes actualmente cursan estudios en esa institución bajo una visa especial.
La decisión fue confirmada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que notificó la medida a través de una carta firmada por su titular, Kristi Noem. En el documento, compartido en la red social X, se indica que la revocación del Programa de Intercambio de Estudiantes de Harvard tiene efecto inmediato.
“Harvard ya no podrá matricular alumnos extranjeros, y quienes actualmente estén inscritos deberán transferirse a otra institución o perderán su estatus legal en el país”, detalló el DHS en un comunicado posterior.
Desde el regreso del republicano a la Casa Blanca, Harvard ha sido objeto de diversas críticas y recortes presupuestales por parte del gobierno federal, particularmente por su negativa a alinearse con posturas ideológicas promovidas por la administración.
En respuesta, un portavoz de la universidad calificó la revocación como una “represalia ilegal” y reafirmó el compromiso de la institución con su comunidad internacional. “Harvard acoge a estudiantes y académicos de más de 140 países, quienes enriquecen nuestra universidad y esta nación”, declaró.
La secretaria Noem acusó a la universidad de “fomentar la violencia, el antisemitismo y colaborar con el Partido Comunista Chino” desde su campus. Afirmó que permitir la matrícula de estudiantes extranjeros “es un privilegio, no un derecho”, y sugirió que estas admisiones benefician financieramente a instituciones como Harvard.
El DHS advirtió que, para recuperar su autorización, la universidad deberá entregar en un plazo de 72 horas una serie de registros, incluidos videos o grabaciones de audio que identifiquen a participantes en recientes protestas dentro del campus ubicado en Cambridge, Massachusetts.