El iceberg más grande y antiguo del mundo, el A23a, que estuvo varado por más de 30 años, se ha desprendido y ahora flota a la deriva en el océano Antártico, según la British Antarctic Survey (BAS). Con 400 metros de grosor, casi mil millones de toneladas de peso y una superficie de 3,600 kilómetros cuadrados, se separó hace un año y recientemente se movió de su posición cerca de las islas Orcadas del Sur.
Los científicos confirmaron su desplazamiento mediante imágenes satelitales, observando que se dirige hacia el Atlántico Sur. El A23a se desprendió en 1986 de la plataforma de hielo Filchner, tras dividirse en tres partes, siendo esta la mayor. Durante meses, quedó atrapado en la Columna de Taylor, un fenómeno oceanográfico que lo mantuvo girando en un punto fijo.
Se espera que el iceberg siga la corriente Circumpolar Antártica hacia la isla de Georgia del Sur, donde probablemente se fragmentará en pedazos más pequeños debido a las aguas más cálidas, hasta derretirse por completo.