A partir del 9 de junio, ciudadanos de 12 países no podrán ingresar a Estados Unidos, según una nueva orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump. La medida, sustentada en la Proclamación 14161, restringe el acceso a personas originarias de Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
La Casa Blanca justificó la acción como parte de un esfuerzo por “proteger a Estados Unidos de amenazas terroristas y riesgos a la seguridad nacional”. En un comunicado, Trump aseguró que se restaurará lo que llamó “la prohibición de viaje de Trump”, una medida similar a la implementada durante su primer mandato y validada por la Corte Suprema.
Además, se endurecerán las condiciones de entrada para ciudadanos de otros siete países, incluyendo Venezuela, Cuba y Siria. Las restricciones se mantendrán hasta que las naciones señaladas mejoren sus mecanismos de verificación e intercambio de información con autoridades estadounidenses.