La toma de posesión de Nicolás Maduro en Venezuela genera divisiones en América Latina, ya que diferentes países de la región expresan posturas encontradas sobre el resultado de las elecciones de 2024. Chile, Argentina y Perú respaldan a la oposición liderada por Edmundo González, mientras que naciones como México, Bolivia y Honduras apoyan al oficialismo.
Los comicios de julio de 2024 en Venezuela fueron fuertemente cuestionados por la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos, la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos, quienes señalaron la falta de transparencia y verificación de los resultados. Tanto Maduro como González reclaman la victoria electoral, pero cinco meses después de la votación, el Consejo Nacional Electoral aún no ha publicado las actas oficiales.
A días de la toma de posesión de Maduro, que se realizará el viernes, la oposición continúa con su lucha, y González, quien ha estado en el exilio, ha prometido regresar a Venezuela para asumir la presidencia. A pesar de los pronunciamientos de apoyo de varios países latinoamericanos a González, ninguno de los líderes latinoamericanos ha confirmado su presencia en la ceremonia.
El gobierno chileno, crítico con la falta de transparencia de las elecciones, ha decidido retirar a su embajador de Venezuela, mientras que en México, la presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido la imparcialidad de su país, aunque su postura se ha inclinado gradualmente hacia una mayor simpatía por Maduro. Aunque inicialmente México pidió transparencia en las elecciones, la postura se ha suavizado y se ha anunciado que enviarán un representante a la toma de posesión.