En una conferencia reciente en Phoenix, Arizona, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció planes para lanzar una campaña antidrogas que destaque los efectos devastadores del consumo de estupefacientes, especialmente el fentanilo. La iniciativa busca concienciar a la población sobre los riesgos asociados con el uso de drogas y se inspira en la campaña «Just Say No» liderada por Nancy Reagan en los años 80.
Trump también reiteró su intención de designar a los cárteles mexicanos como «organizaciones terroristas», una promesa que había hecho durante su campaña electoral anterior. Esta medida ha generado controversia en el pasado, ya que algunos funcionarios estadunidenses han expresado preocupaciones sobre su posible impacto en las relaciones con México y la lucha contra el narcotráfico.
Según Trump, la campaña antidrogas contará con una inversión significativa, aunque no proporcionó detalles concretos sobre su alcance o financiamiento. La iniciativa se enfocará en mostrar los efectos físicos y emocionales del consumo de drogas, con el objetivo de disuadir a los jóvenes de caer en el uso de sustancias.
La crisis del fentanilo ha sido un tema prioritario para Trump, quien ha prometido tomar medidas drásticas para combatir el tráfico de drogas y la inmigración ilegal. En noviembre, sostuvo una conversación telefónica con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en la que abordó la problemática de la migración indocumentada y el tráfico de fentanilo.
“Hablé con la nueva presidenta de México, que es una mujer encantadora y maravillosa (…), pero le dije: no se le puede hacer esto a nuestro país, no vamos a aguantar más”, declaró Trump
Trump también ha confirmado que una vez que regrese a la Casa Blanca en enero, firmará una orden ejecutiva para cerrar las fronteras del país a los indocumentados y ha prometido deportar a miembros de pandillas y mafias extranjeras que han ingresado a Estados Unidos debido a la política migratoria del gobierno saliente de Joe Biden.
La crisis del fentanilo ha causado más de 50.000 muertes en Estados Unidos este año, y Trump ha prometido tomar medidas para combatir este problema. Sin embargo, es importante destacar que las muertes por opioides sintéticos se duplicaron durante su mandato anterior, lo que ha generado críticas sobre su enfoque en la lucha contra el narcotráfico.