El Congreso de Estados Unidos dio un paso clave hacia la implementación de un impuesto a las remesas, luego de que la Cámara de Representantes aprobara, con una mínima mayoría, el proyecto de presupuesto impulsado por el presidente Donald Trump.
La propuesta, que establece un gravamen del 3.5% a los envíos de dinero —menor al 5% inicialmente planteado—, forma parte de un paquete fiscal más amplio que ahora deberá ser votado en el Senado, también controlado por los republicanos. La aprobación en la Cámara Baja se logró con 215 votos a favor y 214 en contra, tras intensas negociaciones al interior del partido oficialista para frenar una posible rebelión del ala más conservadora.
El proyecto, de más de mil páginas, contempla ampliar los recortes de impuestos aprobados durante el primer mandato de Trump en 2017, eliminar incentivos a las energías limpias impulsados por el expresidente Joe Biden y restringir el acceso a programas de asistencia como Medicaid y cupones de alimentos.
Asimismo, incluye mayores fondos para políticas migratorias, con la intención de aumentar significativamente la capacidad de deportación y sumar decenas de miles de agentes fronterizos.
Críticos advierten que la combinación de exenciones fiscales y recortes al gasto social podría debilitar el sistema de salud pública y aumentar la deuda nacional. Por su parte, legisladores republicanos moderados expresan preocupación por el impacto electoral que podrían tener los recortes al Medicaid en los comicios de medio término previstos para noviembre de 2026.
