El esperado regreso de Alexa Grasso al octágono terminó en decepción para la peleadora mexicana, quien fue superada por decisión unánime (30-27) por la brasileña Natalia Silva, en una reñida contienda de peso mosca celebrada como parte de la cartelera estelar de UFC 315 en el Bell Centre de Montreal.
Tras un periodo de inactividad, Grasso, de 31 años, reapareció con el objetivo de encaminarse nuevamente hacia una pelea titular, pero se encontró con una rival sólida y efectiva que supo neutralizar sus ataques durante los tres asaltos pactados. Silva, por su parte, mostró gran dominio y se llevó el reconocimiento de los jueces de forma clara, impulsando así su ascenso en el ranking internacional.
Este combate marcó el primer enfrentamiento de Grasso en 2025, luego de una intensa trilogía ante la excampeona Valentina Shevchenko, que dejó como saldo una victoria, un empate y una derrota para la mexicana. Tras esa saga, Grasso optó por una pausa para replantear su carrera. Sin embargo, su retorno no fue el esperado y ahora ve frustradas sus aspiraciones de una cuarta pelea frente a la peleadora kirguisa en el corto plazo.
A pesar de las dudas generadas por su ausencia, Grasso demostró conservar su fortaleza física y técnica, pero no fue suficiente para superar la estrategia de Silva, quien supo mantener la presión y conectar con mayor efectividad.
Con este resultado, la ex monarca del peso mosca ve afectado su récord profesional, que ahora queda en 16 victorias, cinco derrotas y un empate. En su trayectoria dentro del UFC, su marca se establece en ocho triunfos, cinco derrotas y una igualdad.
La derrota representa un duro revés para la mexicana que hizo historia al conquistar el título en UFC 285, pero deja la puerta abierta a una nueva etapa de ajustes y posibles desafíos que le permitan volver a la cima de la división.
