La noche del 21 de junio, Alejandro Fernández ofreció un emotivo concierto en el Kaseya Center como parte de su gira De Rey a Rey, aunque su llegada al recinto estuvo marcada por un inesperado incidente con las autoridades locales.
El cantante mexicano relató que, al intentar ingresar en su camioneta al área de acceso del lugar, se encontró con el camino bloqueado por conos y sin personal visible que lo orientara. Ante la falta de indicaciones, decidió bajarse del vehículo y mover uno de los obstáculos, lo que provocó una reacción inmediata por parte de elementos de seguridad.
“Yo traía la camioneta para entrar a la arena. Quité uno de los conos porque no había oficiales, y de repente llegaron corriendo”, explicó Fernández. Según comentó, el altercado casi deriva en una detención o incluso en una deportación.
Ya en el escenario y con tono entre sarcástico y aliviado, El Potrillo compartió el episodio con su audiencia: “¡Nombre! Ya me querían desterrar, casi nos deportaban”, bromeó, desatando risas y muestras de apoyo del público.
Lejos de alimentar la controversia, el intérprete de Me dediqué a perderte aprovechó el momento para enviar un mensaje de prudencia a sus seguidores. Pidió calma al abandonar el recinto, aludiendo al ambiente tenso que, según él, se vive actualmente en Estados Unidos.
“Salgan con cuidado, por favor, que la gente anda muy brava, ya me tocó”, advirtió el artista, visiblemente conmovido.
Antes de cerrar la velada, Alejandro Fernández reiteró su llamado a la mesura y a evitar provocaciones: “No hagan desmanes, no hagan nada. Lo que yo les dije a ellos ya lo tenía que decir y se acabó. Nada más debemos tener cuidado, mi gente. ¡Los amo! ¡Que viva México!”, concluyó entre ovaciones.